Cantaba SKA-P, esta estupenda canción de SKA, que sigue siendo vigente.
vaya por delante que yo no fumo, alguna calada doy en alguna fiesta si coincido con amigos que llevan buena hierba, pero no es una droga que me siente muy bien en la dosis de consumidores habituales.
Pero que sea un delito fumarse el cáñamo es una aberración democrática, pues casi la j
mitad de la población lo consume habitualmente y casi todos la hemos probado o vemos natural consumirla.
Desde luego toda droga es insana, pero esta no lo es más que el legal alcohol destilado u otras que recetan a nuestros mayores, o a personas con problemas de insomnio o ansiedad.
Si se pudiese votar su legalización en algunos antidemocráticos lares donde la población no puede votar sus leyes, saldría vencedora su legalización.
Pero es más si se legalizara, la población contraria a su legalización menguaría en poquitos años. Además su venta en estancos aumentaría la recaudación del estado por impuestos, y si se hiciese bien, no permitiendo ingeniería genética, sin marcas (que adulterarían tarde o temprano los productos, con varias variedades, y especificando la denominación de origen, como si de hortalizas se tratara, se podría plantar cara al casi monopolio holandés de las semillas del momento, semillas holandesas actualmente transgénicas.
Por cierto, con el tabaco si se prohibiesen las marcas, se vendiese sin aditivos, por hojas, con máquinas elaboradoras de cigarrillos o picadura en los estancos, con las variedades, y pudiendo elaborar mezclas al gusto de cada cliente, con un pedido mínimo de 1 cartón, el acceso a los primeros cigarrillos se dificultaría mucho para los jóvenes, además de que las marcas no incitarían ni manipulando el producto, ni mediante publicidad a los jóvenes para que se inicien en el consumo. En las máquinas expendedoras podrían facilitarse las mezclas más populares expresadas en la cajetilla en porcentaje de cada variedad, como antes se hacía con el café.
El café que es otra droga (Un litro de expreso equivale a un gramo de cocaína, o sea a 5 gramos de los que suelen venderse adulterados en la calle) y la cafeína deberían venderse también en estancos, por una parte para compensarles la disminución en el consumo de tabaco que produciría el vender sólo tabaco puro, y por otra para retirar de la sección de alimentación esta droga (también habría que hacerlo con el té) y los niños no lo vean como un alimento, y por supuesto prohibir el consumo de bebidas con cafeína a menores, retirando también esos productos de las tiendas de alimentación.
Por último, y no menos importante, prohibir el azúcar refinada como aditivo en comidas y bebidas envasadas, exceptuando en los que es insustituible como pueda ser en leches condensadas en los que se avisaría claramente de su composición. Hay autores que la tratan como droga, por sus efectos en el organismo y la adicción que provoca. Dejando en los establecimientos alimentarios la venta sólo de azúcares no refinados, y debiendo etiquetar además, muy visible el porcentaje de grasas, carbohidratos y proteínas de cada alimento envasado, más un contiene o no contiene azúcares añadidos. Yo además dejaría la venta de este producto, azúcar refinada, en manos sólo de hornos de pan, para evitar su paulatina desaparición, y mejorar la calidad del pan, que es mucho mejor que el de las panificadoras industriales, y respecto a los azucarillos obligaría a la restauración a disponer de miel en sobre, así como azúcares no refinados en sobre a disposición de los clientes.
Fuente 20 minutos
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vaya por delante que yo no fumo, alguna calada doy en alguna fiesta si coincido con amigos que llevan buena hierba, pero no es una droga que me siente muy bien en la dosis de consumidores habituales.
Pero que sea un delito fumarse el cáñamo es una aberración democrática, pues casi la j
mitad de la población lo consume habitualmente y casi todos la hemos probado o vemos natural consumirla.
Desde luego toda droga es insana, pero esta no lo es más que el legal alcohol destilado u otras que recetan a nuestros mayores, o a personas con problemas de insomnio o ansiedad.
Si se pudiese votar su legalización en algunos antidemocráticos lares donde la población no puede votar sus leyes, saldría vencedora su legalización.
Pero es más si se legalizara, la población contraria a su legalización menguaría en poquitos años. Además su venta en estancos aumentaría la recaudación del estado por impuestos, y si se hiciese bien, no permitiendo ingeniería genética, sin marcas (que adulterarían tarde o temprano los productos, con varias variedades, y especificando la denominación de origen, como si de hortalizas se tratara, se podría plantar cara al casi monopolio holandés de las semillas del momento, semillas holandesas actualmente transgénicas.
Por cierto, con el tabaco si se prohibiesen las marcas, se vendiese sin aditivos, por hojas, con máquinas elaboradoras de cigarrillos o picadura en los estancos, con las variedades, y pudiendo elaborar mezclas al gusto de cada cliente, con un pedido mínimo de 1 cartón, el acceso a los primeros cigarrillos se dificultaría mucho para los jóvenes, además de que las marcas no incitarían ni manipulando el producto, ni mediante publicidad a los jóvenes para que se inicien en el consumo. En las máquinas expendedoras podrían facilitarse las mezclas más populares expresadas en la cajetilla en porcentaje de cada variedad, como antes se hacía con el café.
El café que es otra droga (Un litro de expreso equivale a un gramo de cocaína, o sea a 5 gramos de los que suelen venderse adulterados en la calle) y la cafeína deberían venderse también en estancos, por una parte para compensarles la disminución en el consumo de tabaco que produciría el vender sólo tabaco puro, y por otra para retirar de la sección de alimentación esta droga (también habría que hacerlo con el té) y los niños no lo vean como un alimento, y por supuesto prohibir el consumo de bebidas con cafeína a menores, retirando también esos productos de las tiendas de alimentación.
Por último, y no menos importante, prohibir el azúcar refinada como aditivo en comidas y bebidas envasadas, exceptuando en los que es insustituible como pueda ser en leches condensadas en los que se avisaría claramente de su composición. Hay autores que la tratan como droga, por sus efectos en el organismo y la adicción que provoca. Dejando en los establecimientos alimentarios la venta sólo de azúcares no refinados, y debiendo etiquetar además, muy visible el porcentaje de grasas, carbohidratos y proteínas de cada alimento envasado, más un contiene o no contiene azúcares añadidos. Yo además dejaría la venta de este producto, azúcar refinada, en manos sólo de hornos de pan, para evitar su paulatina desaparición, y mejorar la calidad del pan, que es mucho mejor que el de las panificadoras industriales, y respecto a los azucarillos obligaría a la restauración a disponer de miel en sobre, así como azúcares no refinados en sobre a disposición de los clientes.
Fuente 20 minutos
Manifestaciones en más de 200 ciudades del mundo por la legalización de la marihuana
- Más de 220 ciudades del todo el mundo, entre ellas algunas españolas, se han sumado hoy a una movilización mundial.
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